Sin verguenza es tan solo lo que eres...
¿No ves que no siento nada?
¿Por qué no te vas de aquí?
¿Qué te piensas? ¿Que me quedaré llorando?
Hace mucho he aprendido a poder estar sin tí.
Hoy recuerdo cuantas noches he pasado esperando que vinieras y hasta rezando por tí. Aún sabiendo que al llegar solo gritabas, comparandome con locas que pagabas por ahí.
Cara dura que te crees importante, el más macho para el mundo, pero el más cobarde aquí. Si te vieran como lloras, de rodillas pidiendo que te perdone, que sin mí vas a morir. Infeliz, tu no sabes otra cosa que dar lástima. Esa fama de atorrante que te hiciste por ahí se terminó aquel día que otro hombre conocí.
Infeliz, ya cualquiera te señala cuando dicen, ahí va el gil, es tiempo que te des cuenta, pero la vida es así, de mí mucho te reiste, ahora me río yo de tí.



No hay comentarios:
Publicar un comentario